La sal: un alimento esencial para nuestra salud con múltiples usos terapéuticos
LA SAL: UN ALIMENTO ESENCIAL PARA NUESTRA SALUD CON MÚLTIPLES USOS TERAPÉUTICOS
Artículo elaborado para Sopa Tóxica
PROBLEMA
Aunque para nosotros la sal es un aditivo que tenemos en la cocina para dar sabor a la comida, realmente la sal ha sido uno de los principales y más importantes alimentos durante nuestra historia. La sal no solo es un producto que durante milenios hemos utilizado para conservar la comida, sino que nuestra vida no sería posible sin ella, por lo que es indispensable. La vida se creó en la Tierra a partir del agua, la energía (el Sol y las tormentas eléctricas) y la sal. Incluso los alquimistas la consideraban el 5º elemento: agua, tierra, aire, fuego y sal.
Los gobiernos aprovechaban la necesidad de sal para los humanos y los animales de trabajo para aplicar impuestos sobre ella, provocando autenticas rebeliones. Un ejemplo es impuesto que se cobraba durante los primeros años de posguerra en España, hasta que el gobierno franquista pudo encontrar otras fuente de divisas: el turismo y los emigrantes que trabajaban en Alemania, Bélgica o Suiza.
LA SAL REFINADA ES UN VENENO
Lo que conocemos hoy en día como sal o sal de mesa y que tenemos en nuestras cocinas no es sal, sino sal refinada, es decir, cloruro sódico y aditivos. La sal refinada solo es cloruro sódico, que es el componente principal de la sal, más algunos aditivos y antiaglutinantes, como el hidróxido de aluminio, lo que aumenta nuestro riesgo de padecer Alzheimer, ya que tiene una relación probada con la intoxicación continuada por aluminio. Hoy en día la mayor parte de la sal refinada se consume con la comida procesada, por lo que tiene un efecto acumulativo que acaba afectando a nuestra salud si no lo tenemos en cuenta.
La sal refinada apareció a mediados del siglo XIX y actualmente aproximadamente el 93% de la producción de sal refinada mundial tiene como destino la industria química, donde se utiliza en la elaboración de detergentes, plásticos, pinturas, barnices, etc. Sólo el 7% de esta sal está destinada a la alimentación. La industria no necesita sal, sino cloruro sódico los más puro posible.
El sal refinada, es decir, el cloruro sódico, es una sustancia muy agresiva de la que el cuerpo necesita desprenderse rápidamente. Para ello utiliza el agua de nuestras células, lo que hace que se deshidraten. Se necesitan 23 gramos de nuestra agua para disolver 1 gramo de sal refinada. Si esa agua no esta disponible, el cuerpo utiliza proteínas de origen animal (leche y carne roja principalmente) para neutralizarla, pero como resultado se produce ácido úrico, que se deposita en forma de cristales en los huesos y las articulaciones, provocando lo que se conoce como gota.
LA MODA
La sal refinada además puede contener yodo o flúor sintéticos añadidos. Esto se debe a que en el proceso de refinamiento se han perdido, entre todos los otros elementos, el yodo y el flúor que la sal contiene de forma natural. Tanto el flúor como el yodo sintéticos son sustancias que el cuerpo no puede metabolizar y que son carcinogénicas. En concreto el yodo que se añade a la sal para facilitar la función de la tiroides se cree que podría ser uno de los causantes del aumento de cáncer de tiroides experimentado en los últimos años. La sal refinada además provoca un aumento de líquido en nuestro cuerpo (celulitis), reumatismo, artritis, gota o piedras en la vesícula y los riñones.
SAL DE VERDAD
La alternativa a la sal refinada es la sal sin refinar que podemos encontrar en cualquier tienda de productos ecológicos o herbolario.
La sal refinada es un 98% cloruro sódico y un 2% sustancias químicas añadidas. La sal natural está compuesta casi en un 84% por cloruro sódico y el resto son minerales y oligoelementos presentes de forma natural dentro de la estructura de la sal, de manera que el cuerpo los puede metabolizar sin que supongan un perjuicio para él, sino un beneficio. La vida en la Tierra se creó en el mar, por eso la sal contiene todos los elementos necesarios para nuestra vida y además en la proporción exacta para que los podamos utilizar, por lo que la sal es tan importante como el agua que bebemos.
3 de los 84 elementos que componen la sal y que son básicos para nuestra vida son:
- Sodio: El sodio, junto con el potasio, permiten a nuestro sistema nervioso funcionar correctamente, ya que son los conductores de nuestros impulsos eléctricos. Sin ellos no podríamos movernos ni pensar. La falta de sodio, muy común en las poblaciones de alta montaña, provocaba muchos casos de cretinismo.
- Cloro: El cloro es la base de los ácidos de nuestros sistema digestivo.
- Yodo: El yodo permite a la tiroides funcionar correctamente. La falta de yodo provoca un aumento del tamaño de la tiroides para compensarla, lo que se conoce como bocio.
La sal sin refinar además de sodio, cloro y yodo contiene otros minerales y oligoelementos esenciales, tales como potasio, magnesio, calcio, fósforo y así hasta 84 elementos.
La sal permite la ósmosis celular, es decir, permite el intercambio de agua a través de la membrana de nuestras células. Consumir sal sin refinar permite a nuestro cuerpo mantener nuestro equilibrio de agua: si nos sobra la expulsaremos y si nos falta la retendremos. Por lo tano, cuando sudemos, ya sea por que hace calor o porque hacemos ejercicio, la sal nos permitirá regular el agua que perdamos, de manera que regularemos mejor la temperatura de nuestro cuerpo y además nos ayudará a reponer los minerales que hemos perdido con el sudor. Es lo mismo que las bebidas isotónicas pero sin los aditivos, colorantes y demás sustancias tóxicas.
TIPOS DE SAL
Hay dos tipos principales de sal: la sal marina y la sal de roca o de montaña.
La sal marina procede de la salinas donde se pone a secar agua de mar al sol para recoger la sal resultante. Es la más económica y la más fácil de encontrar. Hay varios tipos dependiendo de la zona de origen, como por ejemplo la Sal Celta (sur de Reino Unido) o la Sal de Guerande (Bretaña).
Toda la sal que procede del agua del mar contiene yodo, pero si lo necesitamos especialmente tenemos como opción la flor de sal, que no es más que los primeros cristales de sal que se forman en las salinas de agua de mar. La flor de sal tiene un alto contenido en yodo que la hace especialmente recomendable para personas con problemas de tiroides que ahora mismo pueden estar tomando sal yodada, perjudicial para su salud.
La sal de roca es más pura que la sal marina, ya que procede de mares de hace millones de años. Este agua de mar se retiró debido a cambios geológicos dejando depósitos de sal que más tarde quedaron sepultados por sedimentos. Debido a las presiones geológicas provocadas por la formación de cordilleras como los Pirineos o la Cornisa Cantábrica, se convirtieron en roca. La sal al ser más plástica que las rocas que la rodean fluye al exterior por las grietas, pudiéndose extraer en minas como la de Cardona o las del Himalaya. La sal también puede fluir al exterior gracias al paso de una corriente de agua subterránea que la disuelve convirtiéndose en salmuera y que al salir al exterior se pone a secar en salinas, como las del Valle de Añana. Solo hay que tener en cuenta que la sal de montaña ha perdido el yodo en su proceso de transformación a roca, por lo que está recomendado no dejar de utilizar nunca sal marina sin refinar.
Sal e hipertensión: La relación entre el consumo de sal y la hipertensión no está del todo demostrada, aunque todos lo hemos dado por cierto y a las personas con hipertensión siempre se les reduce la ingesta de sal. Hay muchos estudios a favor y en contra de esta teoría. Un estudió del año 1995 y otro del 2006, por ejemplo, revelaron que los hombres en tratamiento por hipertensión tenían más riesgo de sufrir infartos debido a la baja ingesta de sodio. Otro realizado a nivel internacional en 1988 no encontró relación con la ingesta de sal y la prevalencia de la hipertensión. Es importante tener en cuenta que sería necesario hacer los estudio con sal sin refinar, ya que la sal refinada al contener aditivos tóxicos sí que puede provocar hipertensión, entre otros muchos problemas de salud.
USOS DE LA SAL
- Baños de sal: Cuando nos bañarnos en el mar nuestro cuerpo intercambia fluidos con el agua, de manera que perdemos tóxicos y absorbemos a través de la piel los minerales y oligoelementos del agua del mar que nuestro cuerpo necesita. Este proceso es tan eficiente que puede provocar que los primeros días salgan granos o la piel cambie de textura, debido a la desintoxicación. El agua del mar incluso puede echar fuera de las células algún virus que haga años que tengamos en el cuerpo de forma latente, como los herpes. El efecto de los baños de mar se puede imitar en la bañera de casa haciendo baños con agua y sal de mar sin refinar. Para este caso, una sal muy beneficiosa es la sal del Mar Muerto, que es la más rica en minerales.
- Para desintoxicar los intestinos: Debemos tomar en ayunas medio vaso de agua con sal marina disuelta durante una semana y esperar una hora antes de desayunar. Limpia los intestinos y los hace más eficientes en la absorción de nutrientes. Otra alternativa es tomar cada día en ayunas una cucharada de salmuera (26% sal) disuelta en un vaso de agua.
- Limpieza nasal: Las duchas nasales, en una solución del 1% entre 1 y 4 veces al día, además de eliminar tóxicos reducen los problemas respiratorios crónicos como asma, rinitis o pólipos nasales. Muy recomendado para alérgicos al polvo y al polen. Hay que hacerlo con recipientes especiales diseñados para esta función, los neti pot, si puede ser de cerámica.
- Gárgaras y vahos: La misma solución al 1% o aumentada al 3% para hacer gárgaras elimina bacterias, virus y regenera la mucosa de la garganta. Se puede utilizar con agua caliente para hacer vahos en caso de tener bronquitis o de necesitar una limpieza de bronquios.
- Envolturas: Aplicando varias veces al día un paño mojado en salmuera en la zona afectada se pueden aliviar los dolores de la artritis y de la gota. También están recomendadas las envolturas de salmuera caliente para artrosis y osteoporosis.
- Higiene bucal: Se recomienda lavar los dientes una vez al día utilizando salmuera en lugar de pasta de dientes. Evita la formación de placa y previene las caries, ya que ayuda a regenerar el esmalte dental y mantiene a ralla la población de bacterias, equilibrando la flora de la boca. También previene el sangrado de las encías. También se puede hacer gargarismos de salmuera una vez al día.
En resumen, la sal es esencial para nuestra salud. Simplemente consumiendo diariamente sal sin refinar y evitando al máximo la sal refinada procedente de la comida procesada nuestra salud puede mejorar notablemente. Y además de ser un alimento básico, como hemos visto la sal tiene muchos otros usos que se conocen desde hace siglos y que no deberíamos menospreciar ni dejar que se perdieran.
Artículo elaborado para Sopa Tóxica