Azúcar, edulcorantes y salud
Artículo elaborado para Sopa Tóxica
La caña de azúcar ya se consumía al menos desde hace 5.000 años, pero no es hasta hace 2.600 años cuando se comercializa al azúcar cristalizado, como hoy en día lo conocemos. Es un producto originario de la India que ya era conocido por romanos y griegos gracias a los persas y más tarde las invasiones árabes de la Edad Media introdujeron el cultivo de la caña en la mediterránea. Pero realmente no es hasta la Edad Moderna cuando su uso se populariza y arraiga totalmente en la población europea, gracias a la creación de plantaciones en los trópicos que permiten el acceso al azúcar a la mayoría de la población.
El azúcar ha sido un alimento de gran utilidad en el pasado y con un gran potencial económico a partir del que se crearon conflictos para controlar su comercio y cuya producción a partir de la caña de azúcar fue una de las causas de la explotación de esclavos africanos, especialmente durante los siglos XVIII y XIX. En aquel momento el azúcar no solo permitió la preparación de dulces y la conservación de ciertos alimentos, sino que también aportó buena parte de las calorías necesarias a la población europea mal alimentada de la Revolución Industrial, del siglo XIX e incluso de buena parte del siglo XX.
El propio control de la producción y de las rutas comerciales del azúcar son el motivo de la existencia de las dos fuentes de azúcar que hoy en día explotamos: la caña y la remolacha azucarera. La remolacha se empezó a explotar como fuente de azúcar finales del siglo XVIII, cuando Prusia y especialmente Francia necesitaban una fuente de azúcar que, como la caña, no estuviera controlada comercialmente por Inglaterra, que dominaba las rutas marítimas comerciales y parte de la explotación de caña.
PROBLEMA
Pese a su utilidad en el pasado, el azúcar que consumimos hoy aporta más problemas que ventajas, ya que es azúcar refinado y se compone únicamente de sacarosa (disacárido formado por una molécula de fructosa y una de glucosa) y son calorías vacías, sin nutrientes. A esto hay que añadir que hoy en día el consumo de azúcar es excesivo y normalmente innecesario. Su consumo mundial se ha triplicado en los últimos 50 años y se ha convertido en un verdadero problema de salud. Varios estudios demuestran que la pandemia de obesidad que sufrimos hoy en día no está provocada por la ingesta de grasas, que casi no ha aumentado, sino por la ingesta de azúcares. El problema es realmente grave y según el Dr. Robert Lustig, profesor de endocrinología infantil de la Universidad de California, incluso está provocando una epidemia de obesidad en niños de 6 meses a escala mundial.
En un primer momento, después de tomar azúcar nuestro cuerpo lo absorbe muy rápidamente haciendo que tengamos una sensación de euforia debido a que nos hace subir rápidamente el nivel de adrenalina y de endorfinas (hormonas que dan sensación de placer), haciendo que actúe como una droga excitante, lo que puede provocar comportamientos adictivos como los de cualquier droga excitante. Es importante entonces tener cuidado cuando se toma azúcar, y especialmente con los niños, que pueden ver alterados su metabolismo y su capacidad de aprendizaje y concentración e incluso su comportamiento, algo que les puede influir para el resto de su vida.
Más tarde, es el hígado es quien se encarga de metabolizar todos los azúcares que no son glucosa y parte de la glucosa convirtiéndolos en grasa (el resto de glucosa se metaboliza en las células donde se convierte en energía). Este proceso puede acabar provocando obesidad si la ingesta diaria de azúcar es muy grande y continuada. Con la obesidad y el consumo de azúcar continuado se puede acabar padeciendo resistencia a la insulina y como consecuencia diabetes y problemas cardiovasculares.
Aparte de estas consecuencias, otros de los principales problemas que causa el consumo excesivo de azúcar son, aparte de las evidentes caries:
- Inhibición del sistema inmunológico.
- Facilitar la aparición de candidiasis.
- Facilitar el crecimiento del cáncer proporcionándole una fuente de energía. Los tumores crecen mucho mas rápido que las células sanas y, por lo tanto, necesitan mucha más energía que estas.
- Interfiere en la absorción del calcio y del magnesio.
ALTERNATIVAS
Antes de que el consumo de azúcar se popularizara en Europa, los alimentos se endulzaban con miel. En aquel momento histórico sí era recomendable el consumo de azúcares como la miel, ya que la población europea estaba lejos de ser una población sobrealimentada como la de hoy en día, por lo que la miel era un gran aporte de energía, entre otros beneficios. Hoy en día lo ideal sería no consumir ningún tipo de azúcar, aún así, si se desea consumir dulce, el mercado nos ofrece algunas alternativas, algunas de ellas artificiales, que no son agua de la fuente como se debería suponer de una sustancia utilizada en la industria alimentaria, las menos recomendadas son:
Sacarina E954: Aumenta el riesgo de cáncer. Está prohibida en Canadá y Francia y está obligado indicar que es peligrosa para la salud en EE.UU. Es fácil encontrarla en bebidas light y productos sin azúcar.
Aspartamo E951: Consumido en exceso puede provocar problemas intestinales, convulsiones, coma, tumores cerebrales y ceguera. También es común en las bebidas light y los productos sin azúcar.
Siempre es mejor consumir productos alternativos al azúcar que sean naturales y, si es posible, procedentes de agricultura ecológica. Algunas de las alternativas naturales al azúcar refinado pueden aportar maltosa o fructosa, por ejemplo, además de aportar algunos nutrientes como vitaminas o minerales. Algunas de ellos son:
Miel: Es quizá la mejor alternativa, ya que contiene aminoácidos, antioxidantes, vitaminas y minerales que la hacen útil para nuestra salud. También se puede aplicar sobre heridas o quemaduras, ya que es antiséptica. Contiene sacarosa, maltosa, pero sobre todo fructosa.
Melaza o miel de azúcar: Es el jugo de la caña de azúcar antes de pasar por el proceso de cristalización. Contiene una buena cantidad de vitaminas y de minerales, hierro y magnesio.
Sirope de savia o sirope de arce: Contiene principalmente sacarosa. El arce es un árbol originario de Norteamérica del que se extrae su savia para producir sirope. Aporta potasio, magnesio, calcio, manganeso, zinc, vitamina A y varias vitaminas B. Existen 3 grados, el mejor es el de grado C.
Sirope de arroz: Sus azúcares principales son la maltosa y la maltotriosa. Contiene además magnesio, potasio y varias vitaminas B. Se produce por fermentación.
Sirope de agave: El agave es una planta del tipo pita originaria de México. El sirope que se extrae de ella es muy rico en fructosa. Su principal propiedad es que estimula el crecimiento de la flora intestinal.
La mejor alternativa al azúcar es la Estevia, que no contiene ningún tipo de azúcar. La stevia es una planta de origen sudamericano utilizada por los indios como edulcorante y que se ha hecho muy popular en los últimos años porque además aporta muchos beneficios a nuestra salud. La hojas de estevia endulzan 30 veces más que el azúcar y el extracto es hasta unas 300 veces más dulce que este.
Se puede cultivar fácilmente en cualquier terraza o maceta que tengamos en casa, pero también se puede encontrar fácilmente en herbolarios. En diciembre de 2011 los componentes principales de la Stevia fueron aprobados en la Unión Europea como aditivos alimentarios. Tomada cruda o en infusión la stevia regula el nivel de azúcar en sangre, por lo que además de ser una alternativa para los diabéticos, les facilita la vida. La stevia, además:
- Es antioxidante, antiinflamatoria y anticancerígena.
- No aporta calorías
- No provoca caries.
- Reduce la tensión arterial, es diurética, reduce el colesterol y los triglicéridos.
- Regula el sistema digestivo.
Si queremos reducir la cantidad de azúcar que entra en nuestro cuerpo es importante tener en cuenta que no somos conscientes de buena parte del azúcar que consumimos por que puede ser en forma de diferentes azúcares que formen parte de la composición de alimentos procesados, por lo que es conveniente revisar las etiquetas para saber qué es lo que comemos bajo nombres como fructosa, dextrosa, maltosa, sacarosa o simplemente azúcares.
Artículo elaborado para Sopa Tóxica